Por lo general las abuelas son muy conservadoras, porque fueron criadas con pensamientos y creencias distintas a las de hoy en día, es muy común ver a las abuelas criar a sus nietos. Sienten esa obligación de hacerlo, otras no piensan así, va a depender mucho de las circunstancias que se encuentre esa familia.

El caso de Josefa Feitosa, la abuelita abandono su país natal, Brasil, y se dispuso a recorrer el mundo, demostrando que nunca es tarde para pensar en uno mismo, y cumplir nuestros sueños.

Su única compañía fue su mochila, la abuelita se ayudó de las redes sociales, recordando que las mujeres, que nunca se olviden de sentir y pensar en ellas, así sea en la adultez, que todavía hay mucho que vivir, que conocer, y eso no las hace mejores o peores mujeres.

En 2016 Josefa Feitosa comenzó su viaje, renuncio a su trabajo como trabajadora social, en el centro penitenciario de Caera, Brasil. Josefa sentía que era una carga que tenía por muchos años, ya que era un trabajo muy rutinario, pero llego su jubilación y se sintió liberada.

En su jubilación, decidió vender todas sus pertenencias. Su casa, ropa, electrodomésticos, etc. Para todo eso invertirlo en su viaje, en la actualidad lo que pose Josefa cabe en una maleta.

Josefa en redes sociales expresas lo siguiente: «Hay mucha vida fuera de esa caja que llaman hogar, uno no se convierte en abuela para cuidar a sus nietos» fue su declaración ante la BBC de Brasil.

Hasta este momento Josefa ha visitado más de 40 países, viajando a los continentes de Europa, Asia, África y América, todo esto comparte en sus redes sociales, donde se la puede observar feliz cumpliendo su sueño, y demostrándonos que es posible salir de nuestra zona de confort y ser felices.