Primeras señales de daño hepático o hígado graso que te indican que estás a punto de colapsar.


Primeras señales de daño hepático o hígado graso que te indican que estás a punto de colapsar.

El motivo por el cual le queremos compartir esta información es porque cada vez son más las personas con problemas el hígado que acude al médico cuando el problema ya es intratable. Por eso, es importante que tomes estos síntomas en cuenta o usted también podría verse muy afectado de salud si desarrolla algún trastorno del hígado y no lo trata a tiempo. Conoce vídeo con todos los detalles a continuación.

8 síntomas de que tu hígado está inflamado

Los malos hábitos y los excesos en las comidas pueden sobrecargar nuestro organismo y afectar a la capacidad depuradora del hígado. Cuando eso pasa, el hígado puede dar síntomas de inflamación.

El hígado cumple diversas funciones muy importantes para nuestro organismo, como metabolizar los nutrientes que consumimos, eliminar las sustancias tóxicas y los productos de desecho del cuerpo, producir bilis (necesaria para la digestión) o regular el colesterol y la glucosa en la sangre, entre otras.

En ocasiones, los malos hábitos continuados y los excesos en las comidas sobrecargan el organismo. Si esto ocurre, la capacidad depuradora del organismo, especialmente la del hígado, se colapsa y las toxinas se acumulan.

Si eso pasa pueden empezar a ocurrir una serie de síntomas para avisarte de que tu hígado empieza a inflamarse y no trabaja bien.

SÍNTOMAS DE PROBLEMAS DE HÍGADO

Una acumulación de toxinas por un mal funcionamiento del hígado se manifiesta enviando señales que nos alertan de que algo no está funcionando correctamente.
Toma nota de los principales avisos sobre algún problema en el hígado.

TENER DIGESTIONES DIFÍCILES

Este síntoma puede manifestarse de diversas maneras. Algunas de las más habituales son: sensación de pesadez y de tener el estómago sucio, gases, digestiones lentas y molestias intestinales.

  • En ocasiones, especialmente después de una comida grasa, es posible que sientas náuseas.

MAYOR SENSACIÓN DE CANSANCIO

El hígado es el principal responsable de la obtención de energía del organismo, ya que interviene en el metabolismo de los hidratos de carbono, lípidos y proteínas.

  • Si se sobrecarga por el exceso de toxinas, los niveles de energía descienden y te sientes cansada. También puedes tener frecuentes dolores de cabeza.

SUFRIR ESTREÑIMIENTO

Una de las señales que acompañan a un hígado con problemas es la aparición de irregularidad a la hora de ir al baño. Si ya padeces estreñimiento, puede acentuarse.

Es posible que notes mal aliento (halitosis) y la lengua “sucia” (blanca o amarillenta).

UN AUMENTO DE PESO

La acumulación excesiva de toxinas en el hígado interfiere en su capacidad para ayudar a digerir las grasas. Por lo tanto, afecta a los procesos que ayudan a removerlas del organismo.

  • Esta situación dificulta mantener un peso saludable, incluso cuando se sigue una dieta controlada en calorías.

SUDORACIÓN Y MAL OLOR CORPORAL

Las dificultades que se producen por la retención de toxinas pueden causar sudoración excesiva y olores desagradables.

  • La razón es que el cuerpo trata de regular la temperatura, ya que la temperatura del organismo ha subido debido a su lucha contra los agentes tóxicos y bacterias.

TENER ACNÉ QUÍSTICO



La aparición repentina de granos de acné puede indicar un problema hormonal o con origen en el hígado.

  • Si los granos son grandes, inflamados y tienden a dejar cicatrices en la piel, es probable que su origen tenga que ver con el mal funcionamiento de este órgano.

EL REFLUJO GASTROESOFÁGICO

El reflujo podría indicar que el hígado está lleno de toxinas. Tras comprometerse las funciones de este órgano, el pH de la sangre se altera y provoca exceso de acidez.

  • También se debilita el esfínter (músculo en forma de anillo), impidiendo el paso de los jugos ácidos.

CAMBIOS EN EL ESTADO DE ÁNIMO

Además de los efectos fisiológicos, cuando el hígado se sobrecarga, también pueden detectarse cambios a nivel emocional. En este sentido, aumenta la irritabilidad, el nerviosismo o el decaimiento.

  • Revertir esta situación, pasa por poner la atención en solucionar los problemas por los que está pasando tu hígado.

LOS ALIMENTOS PARA EL HÍGADO

Este órgano requiere una alimentación equilibrada con:

  • Kiwis, fresas, naranjas o pimientos, por su vitamina C.
  • Aguacates y aceite de oliva virgen extra debido a la vitamina E.
  • Zanahorias y tomates, por la provitamina A.
  • Carne roja, pescado, cereales integrales y frutos secos por su aporte en zinc.
  • Nueces y marisco por su contenido en selenio.
  • Manzanas, avena o ciruelas por la fibra soluble.

Además, ten en cuenta también para tus menús de cada día lo siguiente:

  • Debes seguir una alimentación con pocas grasas saturadas y pocos azúcares refinados.
  • Abundantes cereales integrales y legumbres.
  • Verduras de hoja verde y las de tallo como el cardo o el apio.
  • La alcachofa es especialmente beneficiosa
  • Convienen las cocciones al vapor.

 


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